La Goodyear AERO es una llanta diseñada para vehículos voladores autónomos del futuro. Este prototipo funcionaría como una llanta para conducir en la carretera y como una “hélice” para volar por el cielo.
El prototipo AERO ofrece un diseño multimodal de rotor de inclinación. Actuaría como un tren motriz para transferir y absorber fuerzas hacia y desde la carretera en una orientación tradicional y como un sistema de propulsión de avión para proporcionar una elevación en otra orientación.
A su vez, la Goodyear AERO tiene una estructura no neumática, - los radios del prototipo proporcionarían soporte para aguantar el peso del vehículo o actuar como las aspas del ventilador para proporcionar elevación cuando la llanta esté inclinada-.
Otra de las características interesante de este tipo de llanta del futuro, es que utilizaría fuerza magnética para proporcionar propulsión sin fricción. Esto permitiría las altas velocidades de rotación requeridas para conducir el vehículo en el suelo y, cuando la rueda esté inclinada, levantar un vehículo en el aire y propulsarlo hacia adelante.
Cabe añadir que la AERO, cuenta con sensores de fibra óptica basados en la luz para monitorizar las condiciones de la carretera, el desgaste de las llantas y la integridad estructural del mismo; y dispondrá de un procesador de I.A. que combinaría la información de los sensores de la llanta con los datos de las comunicaciones de vehículo a vehículo.
Restauración dorada
El Autoshow de Ginebra también sirvió como escenario para ver y disfrutar del Golden Sahara II, vehículo restaurado en colaboración con Klairmont Kollections.
Esta leyenda de la década de los 50´s y 60´s que se hizo a medida, fue uno de los primeros prototipos de vehículos autónomos de la historia.
Desarrollado por Jim Street y el legendario diseñador de vehículos personalizados George Barris, el Golden Sahara II fue una plataforma para probar nuevos sistemas electrónicos. Presentaba un sistema de control con una palanca de control inspirada en los aviones para la aceleración, el frenado y la dirección, y un sistema de frenado automático que utilizaba sensores para detectar objetos potenciales en la trayectoria del carro.
Las llantas del Golden Sahara II fueron desarrollados por Goodyear utilizando Neothane, una forma translúcida de caucho sintético, y contenían iluminación interna, lo que les permitía brillar.
Como no podía ser de otra manera, crear las llantas para este auto implicó una investigación exhaustiva por parte de Goodyear, sobre la viabilidad de desarrollar neumáticos que pudieran ayudar a mejorar la visibilidad en condiciones climáticas adversas o estar conectados con el vehículo para que éstas se encendieran tan pronto el conductor pisaba el freno.