A nadie le caería mal sentirse mucho más fuerte y musculoso esta navidad. Antes, conseguirlo de la noche a la mañana era complicado, sin embargo ya no es tan difícil. Sólo necesitas una chamarra de cuero y un Ford Mustang ST para estas fiestas. Sin duda, los hombres se sentirán el foco de atención por su personalidad agresiva, mientras las mujeres que lo conduzcan creerán que Tomb Raider es un gusano junto a ellas.
El Ford Mustang ST 2012 mantiene las líneas clásicas que la empresa norteamericana ha mantenido desde 1965 para este auto. Lo que ahora cambia, es que los consumidores podrán adquirir algo mucho más deportivo que las versiones tradicionales sin desembolsar tanto como con el Shelby GT 500.
El exterior de este Mustang mantiene la imagen retro que los diseñadores decidieron regresar a la vida en el 2005. El enorme cofre sostiene una falsa toma de aire. La parrilla es cromada y a diferencia de los demás modelos, incorpora un pequeño símbolo de la marca en la esquina inferior en lugar del clásico caballo al centro del auto. A los lados, podemos encontrar franjas de color blanco que salen de forma horizontal de la salpicadera delantera y terminan casi de forma vertical en el guardafangos trasero. Los rines para esta versión son especiales: de 19 pulgadas y combinan el color plata con el negro. El vehículo que tuvimos a prueba era de color rojo, sin embargo, en las concesionarias Ford también se puede encontrar en negro.
Por dentro, el Mustang ST queda a deber un poco. Esto se debe, principalmente, a que no existe diferencia alguna entre la versión ST y “la simple” V6. Al menos, uno esperaría emblemas distintivos del modelo. De igual forma, el sistema de equipamiento es el mismo, lo cual desilusiona al consumidor pues existe tanta tecnología en Ford que podrían hacer mucho más especial a esta versión.
Al encender el auto, olvidas por completo los pequeños detalles antes mencionados. El rugir de ese motor V6 le saca una sonrisa a cualquiera. Al pisar el pedal del embrague, meter primera velocidad y salir disparado a toda velocidad, te hace sentir más libre que nunca. Se nota una gran diferencia entre las versiones “comunes y corrientes” del Mustang V6 y V8. El causante de esta sensación es el nuevo diferencial más corto. Gracias a esto, logra una aceleración 22% más rápida.
Ford entiende que más potencia involucra mejor frenada y más estabilidad. Es por eso, que en el modelo ST, encontramos componentes del Shelby GT 500 en la suspensión y lo frenos del V8. ¿Quién dijo que mezclar era malo?
Afortunadamente para los fanáticos de los autos norteamericanos este Mustang se comporta fiel a esos lineamentos. La combinación entre tracción trasera, motor delantera y caja de cambios manual garantiza diversión y adrenalina. Sorprende bastante lo bien que gira y frena. Uno no puede perder la oportunidad de desactivar las ayudas electrónicas. Sin duda, es como montar una caballo sin silla. Puedes entablar una relación muy cercana entre la máquina y el conductor. Sin embargo, el Mustang es algo nervioso y requiere de mucha pericia para corregir el trazado. No obstante, con las ayudas electrónicas, es un fiel y noble corcel. Al final del día, sabes que es un automóvil con el cual quisiera ir manejando con la ventanas abiertas mientras se pone el sol escuchando la dulce melodía de su motor.