A cuatro años de lanzar la última generación del Clase E, el modelo más emblemático de la marca alemana recibe su merecido upgrade de mitad de vida.
Los cambios se aprecian fácilmente en el frontal cuyos faros únicos marcan el principal cambio estético del modelo en años, abandonando las consagradas ópticas dobles. Los LEDs ahora tienen una ubicación menos forzada alojándose dentro de las luces principales. Otros cambios están en las fascias, ahora más fluidas.
La otra gran diferencia en el sedán grande de Mercedes está en los guardabarros traseros, ahora más lisos, abandonando las marcadas ancas inspiradas en los clásicos Ponton de los 50s.
Mecánicamente, el nuevo Clase E conserva los ya conocidos 1.8L turbo de cuatro cilindros, V6 y V8, todos asociados a la caja automática de siete relaciones de Mercedes-Benz y al sistema Stop/Start, aumentando marginalmente su eficiencia. También estará en la gama internacional el E400 Hybrid que combina el cuatro cilindros con un impulsor eléctrico de 27 Hp.
La renovación del Clase E viene acompañada por mejoras de equipamiento y seguridad, incorporando varias soluciones inauguradas en el Clase S, buque insignia de la marca. Se destacan sistemas como el Stereo Multi-Purpose Camera que puede tomar imágenes hasta 500 metros adelante, mostrarlas en forma tridimensional y reconocer peligros incluyendo peatones. También hay faros Full LED entre otras opciones.