El Porsche 919 Hybrid para sus ingenieros es el laboratorio de investigación móvil más rápido y el auto de carreras más complejo que la marca haya construido.
La eficiencia del Porsche 919 Hybrid es el resultado de un concepto general cuidadosamente equilibrado. La suma de sus componentes individuales forma una unidad efectiva: desde el motor de combustión hasta los sistemas de recuperación de energía, el chasis y el chasis con ruedas, la aerodinámica y la ergonomía del conductor. El motor de combustión es un impulsor compacto de gasolina de 2.0 Litros , inyección directa, mono turbocompresor y cuatro cilindros en V que también hace las veces de elemento de soporte en el chasis. Este motor le da una potencia de 493 caballos de fuerza y alcanza las 9.000 rpm.
Además, el prototipo de Le Mans tiene dos sistemas de recuperación de energía. Encontramos un sistema completamente nuevo que recupera la energía térmica de los gases de escape a través de un generador eléctrico impulsado por el flujo de los gases de escape. El segundo sistema híbrido tiene la funcionalidad similar a la del 918 Spyder. Aquí, un generador en el eje delantero usa fases de aceleración para convertir la energía cinética en energía eléctrica. Las baterías de iones de litio sirven como el medio de almacenamiento de energía. Cuando el conductor necesita esta energía, un motor eléctrico impulsa los ejes delanteros. Esto convierte temporalmente al 919 Hybrid en un vehículo con tracción en las cuatro ruedas.
Por otro lado está el Porsche 911 RSR, emblema de las pistas de carreras, que se convirtió en un elemento de investigación y desarrollo que ayuda al mejoramiento de los modelos de producción. El 911 RSR con tracción trasera, muestra un diseño liviano inteligente y aerodinamismo refinado. Estos dos atributos no solo tienen mejores tiempos por vuelta sino también mejor eficiencia del combustible.
El 911 RSR, con potencia de 463 hp, fue presentado por primera vez en 2013. Este automóvil terminó primero y segundo en su clase en las 24 horas de Le Mans el año anterior, y en enero de 2014 Porsche celebró una victoria en la clase en el clásico norteamericano de 24 horas de Daytona.
No cabe duda de que estos dos bólidos seguirán dando de qué hablar en las pistas de carreras de todo el mundo, y de paso, son los elegidos para probar los avances tecnológicos que los ingenieros de Porsche quieran integrar en los diferentes modelos de producción – un lujo que se pueden dar un grupo reducido de marcas-.