Los vehículos modernos tienen cada vez más recursos y dispositivos (tales como aire acondicionado, sistemas de infoentretenimiento, pantallas y sensores, entre otros) que demandan buena cantidad de energía para su accionar; sin embargo, algunos de esos artilugios requieren capacidades específicas de una batería para funcionar convenientemente, como sucede con el sistema Start-Stop.
Recordemos que la tecnología Start-Stop detiene el accionamiento del motor de combustión cuando funciona al ralentí y lo enciende al pisar el embrague, saltar el pedal del freno o con un leve movimiento del volante; esto sucede, por ejemplo, cuando el conductor se detiene ante un semáforo en rojo. En tales casos, dicha intervención supone un ahorro de carburante de hasta 12%, además que se evitan las emisiones de CO2 que esto conlleva.
El uso de tal recurso se populariza más cada día; de hecho, para 2025, se espera que la tecnología Start-Stop haga parte del equipamiento de casi el 20% de los vehículos que circulan en las vías.
Por las características propias de esta tecnología, los autos con Start-Stop requieren una batería de gran capacidad que pueda suministrar energía durante la secuencia de apagado del motor y, a la vez, que mantenga el suministro de corriente al resto de componentes del vehículo durante cada nuevo encendido del motor.
Características que preservan el auto
Acá es donde salen a relucir las bondades de las baterías con Separador de Fibra de Vidrio Absorbente (AGM, por las siglas en inglés de Absorbent Glass Mat). En este tipo de acumuladores, cuyo mayor número de ciclos de carga aumenta su vida útil, el electrolito está completamente encapsulado en fibra de vidrio, por lo que son a prueba de fugas y su desempeño no se afecta en caso de que la batería se incline.
Los especialistas recomiendan seguir usando una batería AGM en todos los vehículos que vengan de fábrica con este tipo de tecnología. En esos casos, no se deben usar acumuladores menos avanzados (como las baterías convencionales de electrolito líquido –EFB– o las de tipo Starting Lighting Ignition –SLI–), pues esto puede ocasionar inconvenientes, desde acortar significativamente la vida de la batería hasta generar un daño fatal en el computador del vehículo.
Entre las particularidades de las baterías AGM también se debe destacar que tienen una corriente de arranque en frío elevada y constante, por lo que no solo resultan ideales para el funcionamiento del sistema Start-Stop, sino que además son la opción adecuada para los vehículos electrificados que cuentan con freno regenerativo.