Usar el combustible adecuado para el motor del vehículo es fundamental para lograr el máximo rendimiento, favorecer su durabilidad y hasta reducir las emisiones contaminantes. De igual forma, en la elección del combustible líquido ideal, el usuario debe asegurarse que el mismo cumpla con los estándares de calidad, por ello la importancia de tanquear en estaciones de distribuidores reconocidos.
Ahora bien, al momento de recargar combustible, también se han instaurado muchas creencias populares para favorecer el ahorro de consumo u optimizar el desempeño mecánico, tales como priorizar horas específicas para el tanqueo, escoger ciertos tipos de gasolinas o implementar determinadas prácticas de manejo.
Aprovechamos la colaboración de los amigos de Primax Colombia, uno de los más importantes comercializadores locales de combustibles líquidos, para corroborar o desmitificar algunas de las acciones más comunes que tienen en cuenta los conductores al recargar combustible y al conducir.
- ¿Es mejor recargar combustible en las mañanas? (mito). Realizar el proceso de tanqueo en la mañana puede reducir de manera mínima la evaporación. El ahorro potencial es tan reducido que no justifica la madrugada.
- ¿Las gasolinas premium son las mejores? (verdad). Las gasolinas premium suelen ser las de mayor octanaje; recordemos que dicho término se refiere a la capacidad del combustible para resistir la detonación prematura en motores de alta relación de compresión. Los combustibles con alto índice de octano son ideales para motores de alto rendimiento.
- Se debe tener en cuenta que, si el combustible carece de suficiente octano para manejar una alta relación de compresión, puede generar detonaciones, producir golpeteos y provocar pérdida de potencia; además, ello podría derivar en posibles daños en el propulsor.
- ¿Los vehículos con transmisión automática consumen más que los mecánicos? (mito). Las cajas de cambio automáticas no necesariamente generan mayor consumo de combustible en comparación con los vehículos con cajas manuales. Este comportamiento se debe en mayor medida al estilo de manejo.
- ¿A mayor velocidad, aumenta el consumo de combustible? (verdad). La velocidad y la forma de conducir tienen una relación directa en el consumo de combustible; en consecuencia, circular a velocidades más altas o con marchas cortas aumenta el consumo.
- ¿Conducir en marchas altas a baja velocidad ahorra combustible? (mito). ¡Falso! Por el contrario, esta práctica puede aumentar el consumo de combustible, puesto que obliga al conductor a pisar más el acelerador para mantener la velocidad. Esto provoca que la unidad de control ordene aumentar la cantidad de combustible dentro del cilindro para mantener la potencia.
- No dejar que el tanque de combustible permanezca vacío (verdad). Recargar gasolina cuando el depósito está en la mitad o en tres cuartos de su capacidad contribuye a evitar daños en la bomba de combustible.
- ¿Inflar al máximo las llantas ahorra combustible? (relativo). Una llanta con menos presión de inflado, de acuerdo con lo recomendado por el fabricante, tiende a gastar más combustible, debido a que su superficie de apoyo es mayor; por ende, algunos creen que, si se aplica el máximo de presión de aire en las ruedas, el automóvil tenderá a moverse con menos resistencia. Si bien hay algo de razón, todo dependerá de la carga que se le adicione al vehículo.
- ¿Evitar el uso del aire acondicionado ahorra combustible? (relativo). Algunas personas consideran que una buena medida de ahorro es apagar el aire acondicionado y dejar entrar la brisa por las ventanas. Sin embargo, muchos desconocen que, por encima de los 70 km/h, la turbulencia que genera el aire al ingresar a la cabina produce un efecto de frenado, lo que aumenta el consumo en comparación a si se tuviera la climatización encendida. Cuando se conduce en ciudad (por debajo de los 60 km/h), sí se cumple el mito.
- ¿La espuma que se genera al recargar combustible se cobra como líquido? (mito). La espuma no se cobra como líquido, debido a que no afecta el volumen final dispensado.
