Los rodamientos de rueda son las piezas de precisión que soportan la carga del vehículo y ayudan a minimizar la fricción sobre los ejes. Acá es importante advertir que cuando se presentan fallas en la lubricación, en los sellos (o retenedores), por fatiga (sobrecarga) o por instalación, la vida útil de tales componentes se puede comprometer en forma peligrosa.
Vale señalar que la técnica moderna prefiere integrar los rodamientos con el bocín de rueda para eliminar el factor humano en las fallas prematuras. En todo caso, hay que tener especial atención con las fallas más relevantes en estos componentes y que pueden ocasionar un aparatoso accidente.
“Las fallas por lubricación se pueden presentar tanto por exceso como por ausencia; estas últimas, junto con las ocasionadas por contaminación, se presentan primordialmente por mal funcionamiento del retenedor que contiene la grasa, mientras que la fatiga ocurre por abuso del vehículo y, las de instalación, por error del operario instalador”, señala Felipe Restrepo, Ingeniero de Ventas VSM en SKF Latin Trade.
Oído al ruido, ojo a la mancha
Independiente de la causa que pueda comprometer la integridad y desempeño de un rodamiento, hay claros indicios que le avisan al conductor cuando se presenta una anomalía. Uno de ellos es la aparición de un sonido de rozamiento, como un rumor cuando se transita luego de cierta velocidad, a la vez que también se pueden generar vibraciones inesperadas, tanto en la dirección como en toda la estructura del vehículo.
Los especialistas además señalan que se pueden presentar inexplicables manchas de grasa o aceite en los rines, bien sea por dentro o por fuera.
Como un conductor promedio no necesariamente está capacitado para evaluar la condición de componentes como los rodamientos, es importante informar cualquier novedad al respecto al hacer el mantenimiento preventivo del automotor, tanto cuando se hace cambio de aceite y filtros, como en la alineación y balanceo.
Es pertinente recomendarles a los operarios del taller que, luego de revisar el correcto estado de la suspensión y la dirección, verifiquen la existencia de holguras axiales de las ruedas, porque, cuando se manifiesta juego excesivo, por lo general comienza el fin de la vida útil de un rodamiento.
“Cuando se requiere cambio de uno de los rodamientos de rueda de un lado del eje, bien sea el delantero o el trasero, es recomendable cambiar los rodamientos de ambos lados; es decir, ambos delanteros o ambos traseros, según sea el caso.”, indica Stephany Loaiza, directora de línea en Impocali, distribuidor en el país de la marca sueca de rodamientos y bocines SKF.
“Adicionalmente, es vital que con cada revisión o cambio de rodamientos se realice el cambio de los retenes, porque estos juegan un papel fundamental en el desempeño de los rodamientos”, puntualiza Stephany.